viernes, 20 de febrero de 2015

Corinto. 

Ubicada en el pueblo de Corinto, departamento de Morazán, La Gruta del Espíritu Santo sigue siendo uno de los vestigios arqueológicos con mayor cantidad de  arte rupestre del país, su existencia  se designa en un periodo que desde ronda los 7,000 a 10,000 años de antigüedad La cueva tiene aproximadamente 39 metros de largo por seis de ancho, con una altura de 15 a 17 metros. Es considerada patrimonio cultural de El Salvador ya que en ella se albergan diversas muestras de pinturas rupestres  siendo las más destacadas las representaciones humanas, representaciones de animales y petrograbados que enriquecen la historia del arte primitivo en nuestro país.



En estas formas de expresión artística se denotan ciertas características en cuanto a su simbología En la entrada existe un enorme amate, que a simple vista deja apreciar su indiscutible longevidad  y se presume que en el anidan las serpientes gigantes llamadas pitón, en lugar también se pueden observan figuras de parejitas ilustradas principalmente en tonos rojizos, algunas especies de animales como el  tepezcuinte, guatusas y coyotes, sus actividades en cuanto a la cacería  y manos, la negra tiene el significado de la energía negativa y la amarilla la energía positiva.



Las primeras investigaciones en el sitio fueron las realizadas por el  arqueólogo alemán Wolfgang Haberland entre los años cincuenta y setenta seguido por su colega francesa Elisenda Coladan.

Se cree que la cueva era utilizada  como templo ceremonial por los Lencas quienes fueron los habitantes en esa época que abarca desde el periodo preclásico medio hasta el periodo postclásico. También las formaciones de la roca dejan ver claramente en su interior una especie de agujero por medio del cual  ellos se guiaban astrológicamente, en el identificaban las estaciones del año, simplemente observando la posición del sol o la luna y las estrellas y los cambios que estos tenían, ayudándoles así a identificar cuál era la mejor época del año para la siembra o la realización de  otras actividades que comprendían su forma de vida.   

Pero como  el paso de los años no perdona y las condiciones climatológicas se hacen sentir. La gruta se ve afectada constantemente  debido a la naturaleza misma de la piedra que es un tipo de toba volcánica, por lo tanto  el agua se filtra muy fácilmente, sumado a esto en tiempos de guerra el lugar fue utilizado como escondite, en su interior  aún  se logra ver rastros de balas que perforaron la piedra, a raíz de esto y para evitar en cierta medida hasta donde sea posible el deterioro de la cueva, desde el 2010 se inició un proyecto de conservación del lugar impulsado por la Secretaría de Cultura (SEC).




Sin embargo, a pesar que el paso del tiempo ha ido deteriorando lentamente el estado del arte rupestre y petrograbados que se encuentran plasmados en la cueva el espíritu santo esto no le resta importancia a la maravilla de representación del arte primitivo que este es ya que a de esta manera podemos conocer un poco más acerca de la historia de El Salvador.

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