Ubicada en el pueblo de Corinto, departamento de Morazán, La Gruta del Espíritu Santo sigue siendo uno de los vestigios arqueológicos con mayor cantidad de arte rupestre del país, su existencia se designa en un periodo que desde ronda los 7,000 a 10,000 años de antigüedad La cueva tiene aproximadamente 39 metros de largo por seis de ancho, con una altura de 15 a 17 metros. Es considerada patrimonio cultural de El Salvador ya que en ella se albergan diversas muestras de pinturas rupestres siendo las más destacadas las representaciones humanas, representaciones de animales y petrograbados que enriquecen la historia del arte primitivo en nuestro país.
En estas formas de expresión artística se denotan ciertas
características en cuanto a su simbología En la entrada existe un enorme amate,
que a simple vista deja apreciar su indiscutible longevidad y se presume que en el anidan las serpientes
gigantes llamadas pitón, en lugar también se pueden observan figuras de
parejitas ilustradas principalmente en tonos rojizos, algunas especies de animales
como el tepezcuinte, guatusas y coyotes,
sus actividades en cuanto a la cacería y
manos, la negra tiene el significado de la energía negativa y la amarilla la
energía positiva.
Las primeras investigaciones en el sitio fueron las realizadas por
el arqueólogo alemán Wolfgang Haberland entre
los años cincuenta y setenta seguido por su colega francesa Elisenda Coladan.
Se cree que la cueva era utilizada
como templo ceremonial por los Lencas quienes fueron los habitantes en
esa época que abarca desde el periodo preclásico medio hasta el periodo
postclásico. También las formaciones de la roca dejan ver claramente en su interior
una especie de agujero por medio del cual ellos se guiaban astrológicamente, en el identificaban
las estaciones del año, simplemente observando la posición del sol o la luna y
las estrellas y los cambios que estos tenían, ayudándoles así a identificar
cuál era la mejor época del año para la siembra o la realización de otras actividades que comprendían su forma de
vida.
Pero como el paso de los
años no perdona y las condiciones climatológicas se hacen sentir. La gruta se
ve afectada constantemente debido a la
naturaleza misma de la piedra que es un tipo de toba volcánica, por lo
tanto el agua se filtra muy fácilmente,
sumado a esto en tiempos de guerra el lugar fue utilizado como escondite, en su
interior aún se logra ver rastros de balas que perforaron
la piedra, a raíz de esto y para evitar en cierta medida hasta donde sea
posible el deterioro de la cueva, desde el 2010 se inició un proyecto de
conservación del lugar impulsado por la Secretaría de Cultura (SEC).
Sin embargo, a pesar que el paso del tiempo ha ido deteriorando
lentamente el estado del arte rupestre y petrograbados que se encuentran
plasmados en la cueva el espíritu santo esto no le resta importancia a la
maravilla de representación del arte primitivo que este es ya que a de esta
manera podemos conocer un poco más acerca de la historia de El Salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario