Comparaciones  de creencias religiosas entorno a la historia.

Muchas  son las personas que con el paso de los años han tratado de resolver o revelar una cantidad considerable de similitudes entre las diversas divinidades correspondientes a diferentes culturas, tal es el caso de los dioses Horus, Atis, Krishna, Dionisio, y Mitra.

Del dios egipcio Horus:

Nacido de la virgen Isis-Meri el 25 de diciembre, su nacimiento fue acompañado por una estrella en el Oriente. Considerado "el dios del sol de Egipto” alrededor de 3000 a.c, se asoció con la luz y el enemigo de Horus, Set, se asoció con la oscuridad. Su descripción hace referencia un halcón cuyos ojos son el sol y la luna.
Según los egipcios, Osiris, asumió la soberanía de la tierra poco después de su creación, tiempo después fue asesinado por su celoso hermano, Seth. Isis, hermana-esposa de Osiris, recogió los pedazos de su marido descuartizado y lo revivió, según por medio del cual  también concibió a su hijo y vengador, Horus, quien  luchó con Set, y, a pesar de la pérdida de un ojo en la batalla, tuvo éxito vengando la muerte de su padre y convertirse en su sucesor legítimo.

Horus representado generalmente como un halcón,  se le atribuye como un gran dios del cielo, cuyas alas extendidas llena los cielos. Otra concepción común del dios  era como un niño humano que succionaba el pecho de su madre, Isis. Los dos principales centros de culto para la adoración de Horus se encontraban en Bekhdet en el norte, donde sobrevive muy poco, y en Idfu en el sur, cuyo templo data de la época ptolemaica.

Según esta cultura Horus realizaba curaciones, caminaba sobre  el agua, fue bautizado a los 30 años de Anup, pasado el tiempo fue traicionado por Trifón, fue crucificado, muerto por tres días, y resucitado.

Otras comparaciones:

Sin embargo las semejanzas no solamente se dan a nivel de mitologías sino también aborda la recurrente comparación entre Jesús, Horus, Krishna y Mitra. Por lo tanto podemos constatar que este embrollo de comprobar el ¿Por qué? de estas semejanzas que se ha venido construyendo y debatiendo está aún lejos de acabar pues cada quien defiende su credo a capa y espada, en cuanto a la comparación entre Jesús el hijo del Dios viviente y Horus el “dio sol” podemos constatar lo siguiente:

Si bien se refleja de los hechos que Horus realizo como: asociarse  con la luz, la santa Biblia versión Reina Valera 1960 refleja cuando Jesús dice: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andaré en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (San Juan 8:12) 

Horus realizaba curaciones; La Biblia registra diversos milagros realizados por Jesús tales como sanar a un paralitico (San Mateo 9: 1-8, 15: 29-31), a un lunático (San Mateo 17:14-21) etc. Se asegura que Horus  caminaba sobre  el agua, según San Mateo 14: 25 Jesús vino a sus discípulos andando sobre el mar; Por lo tanto a simple vista son similitudes discutidas constantemente.

No obstante no podemos  pasar por alto algunas diferencias entre Horus y Jesús entre ellas: se dice que el dios egipcio Horus Nació de la virgen Isis-Meri el 25 de diciembre en el día más corto del año debido al solsticio de invierno, comúnmente la mayoría de creyentes ya sea de la denominación que sea afirman que Jesús nació un 25 de diciembre pero la Biblia no da la fecha de nacimiento de Jesús, por el contrario se piensa que Jesús pudo haber nacido en otoño, entre Abril y Marzo .

El establecimiento de tal fecha se atribuye a la Iglesia Católica probablemente por Hipólito de Roma (170-236 d.C.) llegando a considerarse por muchos religiosos como un trasfondo pagano, sin embargo esta celebración se ha vuelto común entre las iglesias cristianas también, por ignorancia o por la presión ante la sociedad misma.

De los tres reyes magos. La Biblia no brinda una cantidad exacta de cuantos fueron en realidad ni tampoco proporciona sus nombres a pesar que la iglesia católica los menciona como: Melchor, Gaspar y Baltasar esto es simplemente  una tradición de la Iglesia Católica. Por lo tanto todo este tipo de datos inexactos se debe en gran parte a los dogmas religiosos que se vienen plasmando día a día en la mente de un sinfín de feligreses.