Al hablar de proceso de Cristianización es necesario remontarnos a los orígenes del mismo y hacer referencia al auge que esta religión tuvo desde el año 313, cuando el emperador Constantino decretó un cese a la implacable persecución y hostigamiento a la que eran sometidos los que profesaban esta religión, declarando así al cristianismo como religión oficial, considerándose a sí mismo como escogido de Dios, a partir de entonces podemos recalcar la acelerada propagación del cristianismo a diferentes regiones, incluso llegando a considerarse hoy en día como una de las religiones con más creyentes a nivel mundial.
Habiendo
mencionado esto, resulta interesante estudiar la manera en la que muchas
tradiciones se vieron meramente cristianizadas inclusive en nuestro país, ¿Cómo
así? Cada civilización o cultura en sus inicios
posee sus propias creencias o tradiciones como una manera de manifestar
o conmemorar los sucesos ocurridos hace
ya un considerable periodo de tiempo atrás,
los cuales relatan desde hechos históricos hasta hechos fantásticos o heroicos.
Antes
de la conquista española nuestros antepasados poseían sus propios rituales o
cultos de veneración a diversas deidades tanto al Dios sol “dador de vida”,
(como diversas civilizaciones alrededor del globo) como a los astros, animales,
entre otros elementos de adoración, sin embargo estos Foráneos al llegar al
continente se horrorizaron grandemente
al percatarse de las formas en las que estas personas manifestaban tributo a lo divino por lo que emprendieron la tarea de
Cristianizar a todo ser humano, haciendo uso (en su gran mayoría) de la fuerza
bruta, tortura y quien sabe cuántas atrocidades más.
Con
el paso de los años y con el arraigo del cristianismo y catolicismo a nuestra
región todos estos actos inhumanos fueron quedando desplazados hasta tal punto
que hemos llegado a verlo como un mal necesario que ocurrió para ¿convertirnos
en lo que ahora somos?, eliminando así las costumbres y tradiciones paganas de
las cuales eran participes nuestros antecesores
Una
vez exterminadas la mayoría de tradiciones “inapropiadas” se dio paso a
cristianizar algunas costumbres tal es el caso del Día de la cruz, actividad
que se desarrolla comúnmente el 3 de mayo en la cual partiendo
del ritual cristiano, se coloca la cruz en las casas, posteriormente se
adora y se elevan plegarias, según dice la tradición cristiana, para que
no llegue a bailar el diablo. La madera de la cruz a utilizar debe ser estrictamente de palo
de jiote. Este árbol tiene la característica de cambiar su corteza rápidamente
y florecer. Esta cualidad simboliza la renovación que sufre la naturaleza y que prepara la tierra para la siembra, así mismo
hace referencia de la gratitud que expresaban
nuestros pueblos ancestrales a los frutos de la cosecha, evocando costumbres de
los antiguos pipiles, mayas y otras culturas que habitaron El Salvador
precolombino.
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